Mujeres:
Es nuestro deber encontrar un equilibrio entre nuestra libertad sexual y el abuso de ésta, ya que nos coloca en una posición de "objeto sexual"y cosificación. Debemos resaltar otros valores que poseemos, como la inteligencia y la fuerza, nuestra capacidad de ser líderes.
Hemos reivindicado a lo largo de la historia lo que significa ser mujer pero debemos dejar de aferrarnos a ese rol estético-sexual. Para reinventar la feminidad, desde nuestra perspectiva -no para complacer a la masculina- , más allá de cuerpos, géneros, estereotipos, más allá de la cosificación, busquemos colocarnos en nuestro estado más natural y humano: no como muñecas de aparador, ni como un producto más de consumo, sino más autenticas y menos plásticas. Eso nos consumará como individuos libres e independientes, eso nos dará una equidad completa y podremos alcanzar la plenitud.
Hombres: esta cosificación afecta a ambos géneros y degrada al hombre, también le quita su profundidad intelectual y lo coloca en una posición de "pene caminando". En serio pienso que los hombres son mas que bestias destinadas a estar excitadas todo el tiempo, también los medios los degradan de esa manera.
Mujeres: Veamos nuestro cuerpo desnudo, cargado naturalmente de erótismo, que no es mas que un nucleo de vida, como también símbolo de poder y dignidad. No dejemos que lo humillen, ni maltraten los medios, colocándolo como un mero objeto de consumo. La desnudez no nos debe hace vulnerables, nuestra desnudez nos debe hacer valientes y orgullosas de nuestra naturaleza, que reta a la muerte.
Selket Yhay
