Yo nunca creí en los reyes magos. Mi madre cargaba con un gran resentimiento en su corazón (y con razón) desde niña, porque en la pobreza renegaba al cielo, cuando a ella y a sus hermanos, quien más lo necesitaban y que además eran buenos, nunca les traían regalos lindos, mientras que a los niños ricos y bullys de la colonia, si. Entendí desde muy pequeña, con ese testimonio de mi madre que para los menos privilegiados, la magia e ilusión puede ser dolorosa y decepcionante. Es por eso que ella prefería darnos regalos, "en nombre y representación de los reyes magos" pero nunca alimento en mi la fantasía de señores con ropas extravagantes, trayéndolos. Eso si, nos pidió siempre ser respetuosos de las creencias y la ilusión de los demás niños. Aunque ahora se que los dolores de las madres no son para que las hijas los carguemos, mi perspectiva de nunca creer en los reyes ni en Papá Noel, la comparo con la de esas personas que aseguran estar "fuera de la matrix", por