Ven, enfrentemos la tormenta, no permitiré que te ahogue la oscuridad que yace debajo. Aprende a sentirte completa en la humedad que cubre de sal el silencio que te trajo. Amor, toma mis manos, apriétalas aférrate a mi mirada sin parpadear siente como se mecen las olas en mis ojos sin descansar. Mis lágrimas, océanos de esperanza, me llevan mas allá del dolor dentro de mis ruinas mi espíritu danza entre música, incienso y tambor. Desnuda de ingenuidad genuina, entre el vacío y el temor, dentro de mis ruinas, destruida hasta mi centro, encontré mi corazón. Espejo, guía de mi alma, ilumina como un faro la costa, entre la tormenta y el vacío, mis pies el ritmo marcan, hundiéndose en la arena cual si fueran latidos. Sangra un adiós sin perdonar, sembrando de muerte mis manos que solo el tiempo logrará cicatrizar floreciendo con la fuerza del verano. Selket Yhay, 2022