Me lancé en libre caída hacia la muerte, de una forma en que la vida estaba mas presente, la vida me gritaba, me tragaba, me mataba, como olas que desmembraban dedo por dedo célula por célula, y color por color mi cuerpo. Eros y Thanatos explotaban, se fundían dentro de mi; como huracán de lava o tempestad ardiente me poseían, se apoderaban de mi cuerpo mientras mi alma se escondía en un rincón de la oscuridad de mi ternura. Cuando las lineas de mi rostro se iban a impactar en el sueño liquido del suelo, el papel y la tinta me dieron la respuesta, me perdí para reencontrarme mas allá del cuerpo, de la vida, la muerte y el tiempo. Y tú, amor... tú nunca me abandonaste. Y la muerte... la muerte solo sangró mis dedos. Selket Yhay