La carne abierta de mi pecho es una herida de ampulas invisibles que queman arden el alma en carne viva ahogan la carne en alma muerta. En la noche desgarrada mis manos buscan tus manos esas que besé y adoré como si nunca hubiera besado otras manos. Manos de sol en el campo de flores sembradas en el tacto de semilla que germina de mi cuello hasta mi sexo de miradas haciendo un pacto. Manos que hoy invisibles lastiman las llagas de tu ausencia mientras mi cuerpo cae vertiginosamente en el vacío de ese abrazo que nunca me cobijó. Yo te amé con furia con entrega como la niña vulnerable con el pecho abierto. Tal vez tú me amaste con vacío y ausencia como árbol con espinas como un pozo cerrado con la promesa de un agua de la que nunca pude beber. Mis tejidos se sumergen entre las ruinas sobre las ruinas en el duelo dentro del duelo espejo que escurre en sangre que nunca podrás beber. S de sangre fuerza Sangre renacer S de silencio soledad sentimiento