El Carmina Burana, lo puedo describir como un himno al placer de vivir, pero también habla de las leyes universales y como estas sin ser entendidas las tomamos como eventos azarosos, y les nombramos Fortuna.
“TODO ES DUAL; TODO TIENE DOS POLOS; TODO, SU PAR DE OPUESTOS; LOS SEMEJANTES Y LOS ANTAGÓNICOS SON LO MISMO; LOS OPUESTOS SON IDÉNTICOS EN NATURALEZA, PERO DIFERENTES EN GRADO; LOS EXTREMOS SE TOCAN; TODAS LAS VERDADES SON SEMI-VERDADES; TODAS LAS PARADOJAS PUEDEN RECONCILIARSE"
"Donde hay oscuridad, poco a poco penetra la Luz y en donde hubo oscuridad hay penumbra y se sigue ascendiendo hasta que termina por haber claridad. De modo que eso que estaba oscuro era susceptible de ser transformado, esa oscuridad no era una verdad definitiva sino una verdad a medias.(...) Nunca sabremos dónde termina la oscuridad ni dónde empieza la luz; dónde comienza el amargo y dónde termina el dulce; dónde termina el odio y empieza a nacer amor. Son grados de transmutación tan sutiles que apenas nos damos cuenta de cómo cambia aquella cosa de uno a otro polo, diametralmente opuesto."
Las polaridades más evidentes son lo vivo y lo muerto, como procesos naturales pero que finalmente también son lo mismo.
Se nubla la imagen de mis memorias con su cielo
la mirada sangra de sequía
como mundos de vapor
escurriendo por el parabrisas
de entes que chocan
y se frotan entre si
como metal abandonado
en la miseria
luminosa
lunática
del impacto en una tierra
que nadie habita
todos vagan
bebiendo esas gotas carmesí
masticando a la madre
de todas las posibilidades
devorando al padre
de la violencia y el enfado
y así
en ese ir y oxidar de mandíbulas
mi pecho colisiona
en el techo cuarteado de la madrugada
para que las estrellas
entren al cuarto
como luciérnagas de mar
como peces
pintando el metal, la sequía y la sangre
con el oro de una pasión que amanece.
SELKET YHAY