Escritos

Cadenas Internas

11:30 p. m.


Ahora, todos son como esos árboles que abundan en las calles: con troncos pintados de blanco y ramas mutiladas, con figuras estúpidas, sin que sus ramas se expandan en plenitud, sin que las hojas que los coronan de humildad respiren solemnes el sol y las estrellas, como si eso fuera digno de vergüenza; y en la prisión de consumo, los artificios y prejuicios marchitan su voluntad. Pronto serán solo troncos clavados en el asfalto, sin ramas, aves o nidos, sin el verdor que da la sombra de sabiduría natural. 

La esperanza para poder renacer proviene de sus entrañas, pero tienen miedo de su propia sangre. Miedo a sangrar y sangrar, derramar sobre el gris esa savia creadora hasta que explote de verde el mundo; arrancarse las venas y tendones para dejarlos latir con el viento, y bañar sus raíces con agua del mar del ego, hasta que su cadáver se seque en la sal del olvido y sea testigo agusanado de ese nacimiento.

Cuando un nuevo amanecer rojo y verde, se bañe de oro, los colores de la vida empaparán nuestras bocas de sensaciones y caminaremos con las venas al aire, con los tendones, /cadenas internas/ cortados, con los ojos ciegos y el alma lúcida, llamándonos por nuestro verdadero nombre, mostrando nuestro rostro auténtico, nuestra humanidad.

Selket Yhay / 2013

Ilustración

Muerte orgánica

9:17 p. m.


"La muerte no existe, en la naturaleza todo vive, todo se regenera, los huesos laten, las hojas secas cantan, las cuencas oscuras de los cráneos se llenan de color. La muerte respira flores." S.Y.

Tinta sobre papel










Color y textura digitales







@selketyhay