Ven amor mío,
olvídate de todos tus prejuicios,
retrocede las manecillas de lo eterno,
abre esas páginas de antaño
como las alas de un ave en fuga.
Ven, toma mi mano
y acompáñame a ser niños.
Cuando caigamos en la ternura verde
y tus ojos brillen cual dos estrellas juguetonas
y mis ojos centelleen como dos astros risueños,
bailemos dando vueltas
al compas de la naturaleza,
hagamos hoyitos en la tierra,
platiquemos con las plantas,
besemos las flores.
Tendidos en el pasto
cabeza con cabeza,
pintemos sueños de alegría,
bordemos luces de algodón,
y sembremos frutos de azúcar
en el manto azul que nos sonríe.
Y si esa dicha se viste de gris
cierra los ojos,
siente como llora
y te moja la cara,
mira como
en tu mente
la espuma se desborda.
Contemos las ramas,
piedras,
estrellas,
juguemos a descifrar el infinito
sin pensar en que es
un juego eterno.
Acompáñame seremos niños,
pero nunca más solos.
Y como todos los viajes,
éste tiene su regreso.
Acompáñame a ser grandes
pero no te vistas de recuerdos
quédate libre,
desnudo de asombro,
y soñando nieve,
conserva ese brillo en tu mirada,
tan silencioso y despierto
como el cantar de un rio,
que hace de tus ojos
dos ventanas transparentes.
SELKET YHAY
olvídate de todos tus prejuicios,
retrocede las manecillas de lo eterno,
abre esas páginas de antaño
como las alas de un ave en fuga.
Ven, toma mi mano
y acompáñame a ser niños.
Cuando caigamos en la ternura verde
y tus ojos brillen cual dos estrellas juguetonas
y mis ojos centelleen como dos astros risueños,
bailemos dando vueltas
al compas de la naturaleza,
hagamos hoyitos en la tierra,
platiquemos con las plantas,
besemos las flores.
Tendidos en el pasto
cabeza con cabeza,
pintemos sueños de alegría,
bordemos luces de algodón,
y sembremos frutos de azúcar
en el manto azul que nos sonríe.
Y si esa dicha se viste de gris
cierra los ojos,
siente como llora
y te moja la cara,
mira como
en tu mente
la espuma se desborda.
Contemos las ramas,
piedras,
estrellas,
juguemos a descifrar el infinito
sin pensar en que es
un juego eterno.
Acompáñame seremos niños,
pero nunca más solos.
Y como todos los viajes,
éste tiene su regreso.
Acompáñame a ser grandes
pero no te vistas de recuerdos
quédate libre,
desnudo de asombro,
y soñando nieve,
conserva ese brillo en tu mirada,
tan silencioso y despierto
como el cantar de un rio,
que hace de tus ojos
dos ventanas transparentes.
SELKET YHAY
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