La dignidad del trabajo…
¿Cuánto nos arriesgamos a replantear nuestras propias estructuras? ¿Cómo ponernos en crisis como sujetos y colectividad?
Son las primicias de los seminarios #PonernosEnCrisis de las ponencias organizadas por Casa Vecina http://casavecina.com/casa-vecina/
Las primeras ponencias impartidas por Edith Pacheco (La economía del cuidado) y Marcelina Bautista, fundadora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH).
Comparto con ustedes las reflexiones y puntos más importantes de dichas conferencias que estuvo encaminada en un amplio sentido a cuestionarnos lo que es el trabajo.
Edith (economista feminista) nos habló primero de la economía del cuidado, siendo este último un concepto muy amplio ya que es un derecho humano pero también es un trabajo, lo cual nos lleva al concepto de “trabajo de cuidado” que es cualquier trabajo del hogar orientado a la familia y sus miembros y que NO ES REMUNERADO. Este trabajo puede ser directo (a niños y niñas, bebés, adultos mayores o personas con alguna discapacidad) o indirecto (no involucra a gente pero es para cuidar a otros, como cocinar, limpiar, hacer las compras). Esto es muy conocido para nosotros ya que TODOS tenemos un papel en el CUIDADO, pero hay tres puntos que me gustaría destacar:
También deberíamos tener derecho a no cuidar.
El trabajo de cuidado es muy poco valorado.
Este trabajo es hecho sobre todo por MUJERES, y es una brecha muy grande con respecto al número de hombres que lo hacen.
Ahora quisiera desarrollar más cada uno de estos puntos:
También deberíamos tener derecho a no cuidar…
…Y no todos tienen derecho a decidirlo por que existe una enorme desigualdad y, aunque todos somos sujetos de cuidado, existen muchos hombres adultos que salen al mercado a realizar un trabajo remunerado tras los que existe un enorme trabajo de cuidado, lo que nos lleva a darnos cuenta de que la organización del hogar es CENTRAL en la estructura de la sociedad, no solo subsidia la economía, sino que es la base del sostenimiento de la vida misma.
El trabajo de cuidado es muy poco valorado…
… y para entender esto debemos cuestionarnos ¿qué es realmente el TRABAJO?, queda claro que es un concepto en crisis y que va mas allá de tener un EMPLEO (que también está en crisis por que se veía como algo estable y cómodo, pero ya no lo es) ya que existen muchos trabajos en condición de vulnerabilidad y en condiciones precarias, sin mencionar inhumanas.
La Organización Mundial del Trabajo ubica al TRABAJO DE CUIDADO como un trabajo de producción para el consumo propio de servicio o de autoconsumo de servicio en el cual entra el trabajo domestico remunerado (el que realizan las poco valoradas también trabajadoras domesticas), pero si la OIT reconoce este trabajo ¿por qué es poco valorado?, porque ha sido invisibilizado sin darnos cuenta de que en realidad es FUNDAMENTAL para sostener la vida y es la base del trabajo de mercado. Lo que es aún más notoriamente alarmante es que, en muchos países de America Latina, es mucho mayor el porcentaje de mujeres que realizan este trabajo no remunerado que equivale a MAS DE 40 HORAS A LA SEMANA.
Este trabajo es hecho sobre todo por MUJERES, y es una brecha muy grande con respecto al número de hombres que lo hacen.
Existe una clara división sexual de este trabajo que a demás se naturaliza, como si fuera obligación de las mujeres hacerlo solo por ser mujeres y esto se vuelve una carga ya que incluso las mujeres que trabajan en el mercado y tienen un empleo remunerado, lo tienen que hacer. Sin embargo el papel de los hombres en el mercado es mucho mayor, pero la realidad es que la mayor parte de nuestro tiempo lo invertimos en el trabajo domestico también a lo largo de nuestra vida aunque esto cambie según el contexto, ciclo de vida, condiciones sociales.
A pesar de todo, esto me brinca: el hecho de que, tanto para hombres como mujeres, las tazas de trabajo son muy elevadas (más el trabajo de cuidado que tiene que hacer las mujeres para sostener la vida)
Con esto nos queda claro algo: HAY QUE CUIDAR A LOS QUE CUIDAN, y aunque el cuidado es un trabajo del estado, también debería recaer en las empresas y en la familia entera, como por ejemplo que existan las licencias de paternidad y legislaciones sobre el trabajo doméstico.
Aun así debemos como sociedad ser autónomos para saber administrar el tiempo, ingresos y tomar las decisiones adecuadas para valorar y distribuir el trabajo de cuidado; las empresas también deben dar mejores condiciones a sus trabajadores, lo que me lleva a pensar si en verdad todas las horas de trabajo que pasamos en una oficina son necesarias, puedo asegurar que, de todo ese tiempo de su vida que ofrece la gente a las empresas, solo 4 horas son productivas y si no es así, este no es un trabajo que respeta la humanidad y cuidados que requiere cada persona, ya que, en algunos casos, el cuidado de muchos de los hombres adultos en el mercado recae por completo en sus esposas, que a menudo, cuando ellas no pueden, contratan a otra mujer para que lo haga.
Estos datos y estadísticas deberían importarnos debido a que también se pueden aplicar al quehacer artístico y para cualquier profesional del diseño o ilustración, ya que podemos darnos cuenta de lo necesario que es dignificar en general el trabajo, y reflexionar a cerca de como el sistema económico trata, no solo al trabajo de cuidado, sino a otros tipos de trabajo poco valorados como el del sector cultural, editorial, entre otros. No olvidemos que somos humanos antes que trabajadores y también somos ciudadanos que pueden incidir en las leyes e instituciones gubernamentales para obtener los derechos que nos corresponden, de la misma forma que lo hicieron las Empleadas del Hogar, que nos sirven de ejemplo debido a los grandes logros que han conseguido a través de su Centro de capacitación. Es una muestra clara de que organizarse nos empodera.
Comentarios
Publicar un comentario