El corazón pide placer primero

Hace más o menos 11 años, llegó a mi la película "The piano" dirigida por Jane Campion, es una obra llena de paisajes marinos y etéreos, con un soundtrack emotivo y bellísimo de Michael Nyman.


La recuerdo con especial cariño por haberme tocado de manera muy profunda. Es de esas películas que encaminaron mi vida hacía el arte, al erotismo y a seguir consumiendo mucho cine, por supuesto.


Y es que, como esta, hay películas que te incitan a sumergirte en las profundidades de tus propias emociones, que te enseñan que no hay limites para expresarte, para vivir con pasión y dejarte fluir, como lo hace Ada (la bella protagonista) quien al ser muda, derrama su inspiración en las teclas de su piano.


Ella habla a través de él, expresando lo que siente cuando le acarician el cuello, o cuando reprimen su inspiración. Ada es un ejemplo de lucha, escuchando lo que su interior le pide, y el corazón siempre pide placer primero. Pero los placeres del corazón van mas allá de lo físico y las banalidades que hoy llenan lo cotidiano, estar en contacto con él te hace vivir enfocado a enriquecer tu espíritu. Te hace darte cuenta que hay un corazón físico, pero también uno etéreo que necesita expresarse y alimentarse de lo inefable.

Así he tratado de vivir y fluir en el enorme piano de la vida, con sus notas brillantes y sus bemoles. A veces con sangre en las manos, otras con melancolía que me hunde hacia las oscuras profundidades de mis abismos, solo para después tomar impulso y salir a respirar a la superficie.




Uno de mis grupos favoritos de siempre: Nightwish, tiene una adaptación de mi melodía favorita del soundtrack "The heart ask pleasure first". Con una letra con la que también me siento identificada, quiero compartirla con ustedes. Es en verdad una agradable sorpresa que a Tuomas (líder y compositor de la banda) también le haya inspirado esta película para realizar una obra musical tan bella: