En el aspecto simbólico esta serie fotográfica de autorretratos, la realicé inspirándome en culturas tribales. El maquillaje fue tomado de referencias de representaciones de guerreras celtas (como Boadicea). Ademas de la egipcia (de donde he tomado mi nombre Selket), me siento muy conectada a esta cultura y, aunque se piensa lo contrario hay vestigios que prueban que las mujeres celtas superaban en equidad, igualdad de derechos y obligaciones a todas las mujeres en otras de las culturas de europa, incluidos pueblos nórdicos y germanos, entre estos vestigios se encuentran tumbas de mujeres enterradas con elementos que indican heroísmo en la guerra y poder. Otra razón por la que estudio la cultura celta es por su mitología, que ha sido adoptada en gran parte por el neopaganismo Wicca. También tome elementos Tuareg (los puntos y adornos de la boca) y la corona de plumas es emblemática de culturas originales de Nueva Guinea, mismas que simbolizan la sublimación de la vida y las utilizan para denotar poder y madurez. También me maquillé un ojo con el representativo de Horus o el Udjat, que simboliza la apertura a la percepción de todos los sentidos, y de la intuición. También esta relacionado con la glándula pineal.
Conceptualmente hablando, en general esta serie representa mi lucha interna hacia la libertad, ganando batallas emocionales. Gran parte de esta guerra la he podido enfrentar gracias a la danza, a la naturaleza y al arte. Quise hacer énfasis en mis contrastes, mostrar todo el espectro invisible del claroscuro humano, que fluctúa de color a blanco y negro, esto también lo realizo en mi obra de ilustración, ya que me gusta mantener la tinta negra original y dar el color digital, lo cual genera una dualidad en la obra misma. Generé un juego visual con las texturas de textiles y plumas. En las fotos a color, hay un punto de tensión color naranja, que para mi representa energía y alegría. Me permití explorar también mi percepción del yo (es algo con lo que me enfrento diariamente al sacarme fotos) y expandirla para verla al final desde otra perspectiva. Muchas veces en crisis de ansiedad vivo una especie de despersonalización donde mis manos las siento ajenas, y recuerdo que desde niña nunca me gusto mi reflejo en el espejo, sentía que no era yo la persona que estaba del otro lado. Pero en este proyecto pude convertirme en un personaje como los que dibujo.
Por último el título de la serie lo tomé de una canción del mismo nombre que les dejaré al final, después de las fotos, misma que fue inspirada en los últimos grupos rebeldes celtas que luchaban contra los Romanos en Escocia, y que a mi en particular me remite precisamente a esa dualidad del corazón y alma humanos, salvaje pero que ansía siempre el amor y la paz.
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