Poco a poco he encontrado la luz
pero la oscuridad me reclama
de vez en cuando.
Después de todo
la mirada se acostumbra
a la ausencia del Sol
y ese cobijo nocturno es familiar,
cómodo y cálido.
No dejaré de ser una criatura de la noche.
La mounstra con el corazón desfigurado
vuelve a arrastrarse desde mis entrañas para aparecer, para poseerme,
envolverme las pupilas
con sombras ensordecedoras.
Vuelvo a despertar
dentro de la garganta/vientre
de la colosal serpiente,
en la paz absoluta de una muerte
sin estrellas
ataviada con plumas negras,
que me canta al oido
Nocturnos fantasmales,
secretos abismales,
cuencas ancestrales
que me invitan a probar
lo prohibido de la sangre,
de la carne,
de los odios que no he permitido nacer,
de las garras que no dejo crecer,
a la luz de mi Luna.
Los vientos de Hekate me favorecen.
Me nacen del pecho tentáculos,
tinta, liquido vital,
tinta sangre,
que vierto en el universo,
un verso, derramado,
que mancha mis labios
en un beso eterno
de cempasúchil, fango y mariposas.
SELKET YHAY 2023
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